- “Hemos apostado por el desarrollo de tecnologías que den una nueva vida a estos espacios, como por ejemplo a través de sistemas de almacenamiento de energía, que dan una solución a la natural intermitencia de la energía renovable”.
Hace cinco años, Chile vivió un hito clave en el camino hacia el abandono progresivo de los combustibles fósiles. ENGIE Chile retiró sus dos primeras centrales a carbón en Tocopilla, un gesto audaz que anunciaba el comienzo de una nueva era en la matriz energética del país. Desde entonces, la industria energética nacional y especialmente ENGIE, han demostrado su compromiso con la transición energética, realizando importantes esfuerzos con tal de lograr este objetivo.
En el caso de ENGIE, no solo con el cierre de centrales a carbón, sino también con un Plan de Transición Justa. Este plan, fundamentado en el diálogo con colaboradores, sindicatos, vecinos y representantes locales, busca mitigar los efectos del cierre de las unidades y mantener la inserción de la compañía en las comunidades dónde históricamente se ha desarrollado.
En los últimos cuatro años, hemos cerrado centrales termoeléctricas equivalentes a 440 MW de energía generada a carbón, y recientemente anunciamos nuestra total salida de la generación a carbón en Chile para antes del 2026, proceso que incluye la transformación de Infraestructura Energética Mejillones (IEM) a gas. Así, una de las piedras angulares de nuestro compromiso es la reconversión de los sitios donde antes operaban estas unidades para que sigan aportando a la seguridad energética de Chile creando valor en las comunidades en las que está inserta, manteniendo nuevas operaciones.
Hemos apostado por el desarrollo de tecnologías que den una nueva vida a estos espacios, como por ejemplo a través de sistemas de almacenamiento de energía, que dan una solución a la natural intermitencia de la energía renovable.
ENGIE situó como uno de sus pilares impulsar la construcción de estos sistemas. En el caso de Chile, la compañía cuenta con dos en operación: BESS Coya (139 MW/638 MWh), y BESS Arica, que sirvió como proyecto piloto. A esto se suman tres proyectos en construcción: BESS Tamaya (68 MW/418 MWh), BESS Capricornio (48 MW/264 MWh) y BESS Tocopilla (116 MW/660 MWh). En el caso de este último, estará ubicado donde operaban las antiguas unidades a carbón del Complejo Térmico de Tocopilla (CTT).
BESS Tocopilla y BESS Tamaya se están construyendo justamente en los antiguos emplazamientos de unidades a carbón y diésel, respectivamente. Este hecho, no solo representa una transformación física de los terrenos, sino también un compromiso con el desarrollo local y la generación de oportunidades laborales.
A lo anterior se suma que la compañía fue la única generadora en adjudicarse la instalación de un Condensador Síncrono dentro de la Licitación de Servicios Complementarios de Control de Tensión realizada por el Coordinador Eléctrico Nacional (CEN). Esta infraestructura clave en la transición energética se instalará donde operaba la ex Unidad N° 15 del CTT, la cual dejó de generar energía en base a carbón en septiembre de 2022.
Todas estas acciones en su conjunto nos permiten contribuir a los objetivos planteados por nuestro país, pero también en los objetivos globales de descarbonización y reducción de emisiones. Estos esfuerzos colectivos, nos han desafiado y puesto a prueba nuestro pensamiento crítico para buscar formas innovadoras de acelerar la incorporación de energías limpias a la matriz eléctrica y también a reutilizar, reconvertir y generar eficiencias en los activos de generación a carbón, que vamos dejando atrás. Un proceso que avanza de la mano con el desarrollo productivo de las comunas.
Gabriel Marcuz, Managing Director ENGIE Flex Gen & Retail.